Los beneficios de los rayos solares sobre la salud son conocidos desde hace 5.000 años por la Medicina Tradicional China. Las antiguas tradiciones orientales hablaban ya incluso de un determinado rayo solar que debía tomarse un determinado día a una determinada hora y al que llamaron el Rayo de la Vida.
La incesante investigación sobre los denominados infrarrojos de onda media ha demostrado su enorme potencial para la salud humana y se ha conseguido la utilización a nivel doméstico de este tipo de tecnologia, lo que ha llevado a la fabricación de nuestras saunas de infrarrojos HealthYUKANE®, las cuales utilizan paneles de calor infrarrojo de carbono, lo más avanzado dentro de los distintos medios para obtener este tipo de calor infrarrojo con tantos beneficios terapeuticos para nuestro organismo.
Dichos efectos pueden dar lugar a indudables beneficios terapéuticos, los cuales le exponemos a continuación:
Tiene propiedades antiinflamatorias. Utilizándolo regularmente tiene capacidad antiinflamatoria debido a la rotura de los clusters de las moléculas de agua, la disminución de la acidez de los focos inflamatorios y, también, debido al aumento de la producción de oxígeno activo. Al disminuir la inflamación también disminuye el dolor ya que se reduce la presión que ejercía dicha inflamación sobre las terminaciones nerviosas.
Lo que puede tener efectos anticancerígenos en algunos casos, ya que aumenta la presencia del calcio intracelular reforzándose la actividad de los neutrófilos, las células más numerosas de nuestro sistema inmunológico. Hay estudios realizados con células de leucemia mieloide y sobre el crecimiento de tumores malignos implantados en ratas. Los resultados fueron muy esperanzadores. Además, según ensayos clínicos se ha comprobado una marcada efectividad en el tratamiento de varios desórdenes como la artritis reumatoide, el PSS, la enfermedad de Raynaud, la hemiplejía seguida por apoplejía, etc.
Mecanismo por el cual nuestro sistema de defensa se deshace de los elementos indeseables que nos parasitan y suelen vivir entre los racimos moleculares.
Dificultando el depósito de grasas en nuestras arterias y mejorando la circulación sanguínea lo que favorece la recuperación de las enfermedades causadas por dificultades circulatorias.
Permitiendo a nuestro organismo recuperar la temperatura superficial de forma más rápida.
Favoreciendo los procesos termorreguladores del cuerpo, calentando o eliminando calor de los órganos con objeto de mantener los niveles de Ph óptimos para el correcto funcionamiento celular.
Al facilitar la entrada de glucosa en las células aumentando así la energía disponible para las células cerebrales, requisito previo para mejorar la síntesis de la molécula ATP (Adenosina Trifosfato), la molécula transportadora de energía en nuestro cuerpo.
Favoreciendo la expulsión de gases y materiales tóxicos del interior del organismo por fragmentación de los clusters de agua.
Favoreciendo la adhesión de grupos de moléculas más fragmentados a través de la membrana celular. Al romperse los cluster mejora el contacto con la membrana celular.
Su acumulación es la que nos provoca la sensación de cansancio.
Reduce al mismo tiempo -que no anula- la necesidad de terapia broncodilatadora. Consiguiendo reducir la dosis de medicación, la tos, ahogos y jadeos. Incluso puede mejorar la calidad de sueño.
Probablemente por el oxígeno activo que libera.