La cloración salina es un método de desinfección por el cual el desinfectante se genera directamente a partir del agua a tratar mediante un proceso llamado electrólisis. Esta reacción química se produce en la célula gracias a la corriente eléctrica aplicada. En la célula se produce un doble efecto desinfectante, por un lado el sistema genera cloro puro en forma gaseosa (CL2) y por otro genera un fuerte campo eléctrico.
Para hacer esto posible, los cloradores salinos de uso en piscinas necesitan la adición de 4 gramos de sal por litro de agua. Al generar un proceso electrolítico en agua salada los iones cloruro provenientes de las sales disueltas son oxidados en la superficie del ánodo de la célula y se combinan para formar cloro gaseoso que es inmediatamente disuelto en el agua.
Este proceso proporciona así una fuente de cloro puro a partir de las sales del agua. Tras su generación el cloro desencadena un potente proceso de desinfección bajo distintas formas (ácido hipocloroso, ión hipoclorito, etc.) neutralizando microorganismos y oxidando materia orgánica y otros contaminantes. Una vez finalizado el ciclo de desinfección, el cloro vuelve a su estado original en forma de sal disuelta cerrando el ciclo. De esta forma un clorador salino genera cloro mediante un proceso renovable, ya que cada ciclo puede ser realizando una y otra vez sin ningún desgaste de la sal.
Para elegir un clorador salino u otro, vamos a tener que ir por pasos, primero debemos saber el tamaño o capacidad de generación de cloro que necesitamos, características deseadas: tipo de célula, detección de cubierta, célula autolimpiable,... y a continuación los complementos que queremos añadirle: control de pH, control de Redox o ambos.
Lo primero que debemos saber es el tamaño de clorador salino que necesitamos. Lo mejor es tomar como referencia la cantidad de cloro en gramos por hora que sea capaz de producir, ya que si nos fijamos en el tamaño de piscina que recomienda el fabricante o el comercio que lo vende, podremos encontrar para un mismo tamaño de piscina cloradores salinos con distinta capacidad de generación de cloro y eso no tiene ningún sentido. Estas discrepancias son debidas a que cada uno ha tenido en cuenta diferentes parámetros (temperatura, utilización, ...) para sus cálculos y en muchas ocasiones son parámetros demasiado óptimos y nada reales.
Para elegir el tamaño de clorador salino adecuado a sus necesidades básicamente hay que tener en cuenta varios factores de la piscina:
Por nuestra experiencia tras años vendiendo e instalando cloradores salinos de diversos fabricantes, el tamaño del clorador salino aconsejado según el volumen para piscinas sin climatizar y para un uso privado es:
Para el resto de casos, contacten con nosotros y tras estudiar su caso particular le aconsejemos un clorador salino u otro.
Antes de decidirse por la compra de un clorador salino u otro, hay que tener en cuenta diversas características técnicas que pueden marcar la diferencia entre una marca y otra. A continuación le comentamos las más importantes:
Debido a que los cloradores salinos tienden a subir el pH del agua. Por su comodidad es muy recomendable instalar junto con el clorador un regulador automático de pH. Para ello tiene dos opciones, elegir un clorador salino con:
De las dos opciones recomendamos instalar un controlador de pH independiente, ya que en caso de avería, será más económica su reparación y no necesitará parar todo el sistema, sólo la parte que haya fallado.
Un clorador salino básico debe de ser instalado junto con un programador de tiempo, el cual lo encenderá unas determinadas horas al día, dependiendo de su piscina. De lo contrario produciría cloro constantemente una vez se instala y conecta a la red eléctrica. Esto es bastante cómodo y sencillo de controlar, en pocos días tras hacer varias pruebas sabrá el número de horas que necesita tener el clorador en marcha para tener un agua perfecta y cristalina.
El control de Redox o ORP sirve para automatizar totalmente la producción de cloro, sin necesidad de que usted tenga que estar comprobando si ha tenido en marcha suficientes horas el clorador salino. Para ello tiene dos opciones, elegir un clorador salino con:
De las dos opciones recomendamos instalar un controlador de REDOX independiente, ya que en caso de avería, será más económica su reparación y no necesitará parar todo el sistema, sólo la parte que haya fallado.
El uso de un clorador salino para la desinfección del agua de su piscina le va a aportar una serie de beneficios y ventajas evitando el uso de productos químicos. Siendo una de las mejores alternativas al cloro comercial.
El agua ligeramente salada (con una concentración de sal similar a la de una lágrima):
La utilización de un clorador salino para la desinfección de su piscina evita el uso de productos químicos y evita la exposición a conservantes isocianúricos.
Con un clorador salino desaparece la necesidad de ducharnos inmediatamente después del baño y no existe olor a cloro en la piel.
La electrolisis salina evita la decoloración del cabello y bañadores.
El uso de un clorador salino mediante la electrólisis tiene unas ventajas añadidas sobre los sistemas tradicionales de cloración.
La producción directa de cloro a través de un clorador salino: