El cobertor de invierno es sin duda el top ventas para conservar fácilmente y sin mantenimiento el agua de su piscina. Tanto si su uso es en piscinas privadas como en públicas, su amortización esta garantizada. Se trata de un material resistente y duradero y mediante dos personas su manipulación es sencilla, todos los clientes de Yukane están totalmente satisfechos con su cobertor de invierno. Si desea saber más sobre cobertores de invierno para piscinas pulse aquí.
Se trata del material más económico para proteger su piscina durante el invierno o largas temporadas sin uso. Su principio de funcionamiento es muy sencillo, mantiene la calidad del agua protegiéndola de la suciedad exterior e impidiendo que los rayos solares la descompongan, manteniéndola limpia y cristalina durante todo el invierno.
Los primeros cobertores de invierno eran simples plásticos negros. Estos presentaban principalmente dos problemas: su colocación resultaba difícil y más aún su retirada, ya que normalmente se formaban grandes bolsas de agua de lluvia y al retirarlos erá casi imposible que esta no se vertiese sobre la piscina, con lo que toda la suciedad acumulada durante el invierno acababa dentro de la piscina. Por otro lado eran plásticos que no estaban bien preparados para los rayos UV y su uso básicamente se limitaba a un solo invierno.
Cualquiera de estos cobertores de invierno va a proteger el agua de su piscina durante la temporada sin uso. Las diferencias entre uno y otros radica por un lado en el precio y por otro en su facilidad de colocación, de menor a mayor sería estándar, infable y barras. El cobertor de invierno estándar sería el que tiene una mejor relación calidad-precio y le seguiría el infable y por último el de barras.
Rotundamente no, el color no influye en absoluto. La elección del color ha de basarse únicamente en cuestiones estéticas. Un cobertor de invierno con las mismas características será igual de resistente y duradero sea cual sea su color.
También existen cobertores de invierno con un color por una cara y otro por la otra. Los primeros cobertores siempre se fabricaban de color negro por la cara que da al agua, ya que instintivamente el color negro nos hace pensar en menor paso de luz y por tanto en mayor opacidad. Pero esto es erróneo y sus cualidades son las mismas que los cobertores con el mismo color por ambas caras.
El cobertor de invierno para piscinas esta compuesto principalmente por una capa de poliéster de alta tenacidad, revestido de PVC con tratamiento anti UV de alta resistencia a la tracción y al desgarro.
Sí, pero tiene que haber un equilibrio entre peso y resistencia, ya que una vez instalados quedan en suspensión en el aire y todo su peso es soportado por las gomas tensoras ubicadas en todo su perímetro. Por tanto podríamos pensar que cuanto más peso mejor y en principio es cierto, pero sin sobrepasar ciertos límites. Ya que un cobertor de invierno para una piscina grande puede llegar a pesar muchos kilogramos.
En el mercado se pueden encontrar diferentes grosores: 580, 610 y 650 g/m². Desde Yukane lo mínimo que recomendamos son 580 gramos/m², que en una buena marca de cobertor sería el punto de partida con una relación calidad-precio aceptable, pero sin duda recomendamos decantarse por un peso de entre 610 y 650 g/m². Los cuales tendrán una duración mayor.
Dependiendo del tamaño de la piscina, resultará casi imprescindible la manipulación del cobertor de invierno mediante dos personas. De esta manera resultará bastante fácil su colocación y retirada. Aunque no deja de ser algo engorroso por lo que no están pensados para estar quitandolos y poniéndolos a diario, su uso no está pensado con ese objetivo. Si eso es lo que quieres, quizás lo que realmente necesitas es una manta de burbujas.
Hay que tener en cuenta varios aspectos a la hora de su cuidado y mantenimiento. Entre los que hay tener en cuenta: su almacenamiento, método para colocarlo y quitarlo de la piscina y mantenimiento del agua de la piscina en niveles óptimos.
Antes de su almacenamiento es muy importante lavar y dejar secar completamente el cobertor de invierno para evitar que aparezca moho. Posteriormente se ha de plegar como si de un paño se tratara y guardarlo protegido del polvo, humedad y luz del sol.
Un aspecto importante a la hora de su cuidado, es llevar la precaución de que al quitar y poner el cobertor de la piscina, este no vaya rozando durante toda su superficie con la piedra de coronación, ya que actuaría como una lija, que provocará un desgaste continuo, que con el tiempo resultará en un deterioro prematuro del cobertor.
Este es un punto que muchas veces no se tiene en cuenta, pero el otro factor que influye en el deterioro del cobertor de invierno son los productos químicos presentes en el agua de la piscina, indispensables para el mantenimiento de un agua limpia, segura y cristalina. Se debe intentar mantener la piscina en los niveles óptimos de ph, alcalinidad y desinfectante utilizado (cloro, bromo, oxigeno activo, ...). También hay que tener la precaución de no colocar el cobertor hasta una o dos horas después de la dosificación de los productos químicos, ya que en ese momento es cuando más concentrados están y producen más daño en el cobertor de invierno.
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