Los efectos benéficiosos de los baños de vapor o sauna de vapor para desintoxicar el organismo se conocen desde hace mucho tiempo. El calor aumenta la temperatura de la piel y estimula la producción de sudor. Los vasos sanguíneos se dilatan, mejora la circulación, la resistencia de los vasos sanguíneos periféricos disminuye (la presión arterial puede también disminuir) y los latidos del corazón aumentan para mantener la presión en el límite normal. El doctor Allan Lieberman, director médico del Centro de Medicina del Medio Ambiente y Enfermedad Ocupacional de Charleston en Carolina del Norte (EEUU), afirma: "La sauna desintoxica el cuerpo abriendo los poros y permitiendo así la limpieza -por medio del sudor- de hasta un 30% de las toxinas acumuladas lo que puede derivar en una mejoría de la claridad mental, estabilidad emocional y sensación de bienestar".
Por otro lado este doctor Allan Lieberman afirma que: uno de sus mayores inconvenientes es la necesidad de soportar temperaturas muy por encima de lo habitual. ¿Y qué organismo soporta habitualmente 70º C? De hecho, los pacientes con patologías cardíacas tienen por eso expresamente prohibidos estos baños de calor.
Una vez más la tecnología proporciona la solución: el calor seco inducido por los rayos infrarrojos de onda media generados por nuestras saunas de calor infrarrojo HealthYUKANE® mediante paneles de infrarrojos de carbono, provoca una gran eliminación de toxinas a menor temperatura que la de una sauna convencional. La profunda transpiración (de 500 a 1.000 cc.) que se consigue con ella a una temperatura media entre 40º y 50º elimina gran cantidad de impurezas incrustadas en los tejidos dérmicos y subdérmicos. Su utilización permite pues acelerar los beneficiosos efectos sobre nuestra salud reseñados anteriormente sobre todo si su uso va acompañado de la ingesta posterior de agua de calidad, la adecuada reposición de minerales y un descanso reparador.