La ósmosis es un proceso físico que se produce de forma natural en la naturaleza (raíces, membranas celulares, ...), cuando tenemos dos disoluciones (líquidos) con distinta concentración de sales separadas por una membrana semi-permeable, de forma natural el agua de la disolución con menor concentración pasa a través de la membrana a la de mayor concentración hasta que ambas se igualen. Para saber como beneficiarnos de este proceso en el tratamiento del agua pulse aquí.
Si nos paramos a pensar, esto es justo lo contrario que queremos conseguir en el filtrado del agua, ya que buscamos reducir la concentración de sales y no al revés. Para solucionarlo, se inventó la ósmosis inversa, que invierte el proceso consiguiendo hacer que el agua con mayor concentración de sales sea la que pase a través de la membrana semipermeable.
Esto se consigue aplicando una mayor presión sobre la disolución con mayor concentración de sales, invirtiendo así el proceso natural de ósmosis. De hay el nombre ósmosis inversa.
El proceso físico de ósmosis inversa en un equipo depurador de agua se produce en la membrana. Es donde introduciremos el agua (disolución) a una presión suficiente sobre la membrana semi-permeable consiguiendo que pasen solo las moléculas del agua y una considerable concentración menor de minerales, obteniendo el agua osmotizada.
A su vez, en este proceso se rechaza por el desagüe la mayoría de las partículas mayores al poro de la membrana menor a 0,0001 micras, como: virus, bacterias, productos químicos y el exceso de minerales que no necesita nuestro organismo, ya que la mayoría los conseguimos a través de una correcta alimentación.
La principal diferencia es el tamaño del poro que debe atravesar el agua, en la ósmosis es de 0,0001 micras mientras que en la ultrafiltración puede estar comprendido entre 0,01 y 0,1 micras. Por tanto, la ósmosis inversa consigue producir un agua mucho más filtrada, capaz de eliminar un mayor número de sustancias y microorganismos.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que, inevitablemente la ósmosis inversa produce un rechazo de agua y la ultrafiltración no.
En Yukane somos expertos en el tratamiento de agua a través de la ósmosis inversa, tanto para usos domésticos como profesionales. Al igual que tanto para tratar agua potable como no potable (por ejemplo de pozo). Confíe siempre en profesionales cualificados y déjese aconsejar por nuestro equipo Yukane.
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